domingo, 21 de febrero de 2010

Sin visiones apocalípticas: Las NTC siempre han afectado nuestras vidas.

La lectura de Delia Crovi Druetta desarrolla como las Nuevas tecnologías de comunicación modifican las relaciones sociales y demás aspectos de la vida cotidiana.


Retoma los principales ejes en los que las NTC afectan nuestras vidas, desde las concepciones tiempo-espacio, hasta la forma en la que se concibe al mundo. Hace hincapié en la importancia de más investigación empírica al respecto de cómo los usuarios de los nuevos medios procesan la información, y agrega que, sin duda, es necesario promover la enseñanza para un mejor procesamiento de la información.


A pesar de hacer un desarrollo a los diferentes ejes, en mi opinión, la autora no agrega nada nuevo al tema de las NTC; en la mayoría de los casos, agrega su visión apoyándose de la de teóricos como Gianni Vattimo y Jean Baudrillard. Sin embargo, me resulta atinado el hecho de que incite a una visión crítica y vigilante con respecto al tema, y que considere al ser humano en el centro de los cambios tecnológicos, pues al final de cuentas, somos nosotros los que los propiciamos.

1 comentario:

  1. “Que en el nacimiento de una sociedad posmoderna los mass media desempeñan un papel determinante, que éstos caracterizan tal sociedad no como una sociedad “transparente”, más consciente de sí misma, más “iluminada”, sino como una sociedad más compleja, caótica incluso; finalmente, que precisamente en este “caos” relativo residen nuestras esperanzas de emancipación.” Gianni Vattimo

    Cuando Delia Crovi en su escrito “Nuevas tecnologías de comunicación y vida cotidiana” hace alusión al comentario de Gianni Vattimo acerca de la repercusión que están teniendo todas estas nuevas tecnologías en la inclusión de la vida cotidiana, podemos decir que ha dado en el clavo al citar aquella desconocida y al mismo tiempo repudiada sociedad “posmoderna”.

    Es decir, Crovi, al citar a Vattimo, habla de esa sociedad endeble, incapaz de ser crítica a lo recibido por el mundo occidental. La sociedad “posmoderna” es, como bien dicen: “más oscura”, más compleja y por ende más difícil de analizar puesto que una sociedad así se encuentra alimentada por culturas hegemónicas de distintas latitudes que marcan estándares del pasado o del presente que al ser conjuntados “hacen” una sociedad “posmoderna” que como base, sabremos que no tienen más que la adecuación de otras culturas distintas a la suya.

    Ahora bien, en una sociedad incapaz de defenderse de las oleadas tecnológicas del primer mundo, pudiéramos resultar una presa fácil para aquel sueño globalizador de desaparecer fronteras y encontrarnos regidos por los mismos principios. Hoy en día, sabemos que los países subdesarrollados se encuentran cautivos de la información que reciben; existe un atraso en la tecnología que recibimos, no hay una participación directa en la información y en las formas comunicacionales que se producen mundialmente, es decir, el tercer mundo está rezagado y condenado a recoger migajas de lo que se produce en los países dueños de los medios. Por medio de su tecnología, hoy, nos “regalan” la oportunidad de estar “conectados” a su círculo las 24 horas del día, o el tiempo que consideremos necesario; a través de las nuevas tecnologías se ha comenzado un cambio generacional en el que vale más saber utilizar las distintas plataformas para interactuar socialmente que estar bien informado, que ser una buena persona, que edificarte culturalmente, y entre otras muchas cosas que ahora pudieran considerarse como “perdidas de tiempo”.

    Y no por esto digo que las nuevas tecnologías son malas, lo que considero peligroso es la enajenación. Al tener el antecedente de la televisión, y ver los alcances catastróficos que ha tenido como medio para mantener alienada a la población, no podemos descuidar el seguimiento y el uso que se le ha empezado a dar al internet desde hace algunos años.

    El consuelo dentro de todo esto, como dice Vattimo y como cita Crovi, es que realmente dentro de este “caos relativo”, que a mí me ha dado por llamar “idiotez colectiva”, reside nuestra esperanza de emancipación. ¿Cómo podría hacerse esto realidad? Mi teoría es que si bien hay mucha gente uniéndose a diario a este sistema consumista-capitalista-racista, también existe el otro lado de la sociedad que no ha querido dejarse absorber; hace ya bastantes años comenzó un tipo “boicot” contra la televisión, por el daño ocasionado a las vidas de muchos millones, por controladora de vidas, por ser fabricadora de mentiras etc., etc.; ahora al ver la similitud situacional con el internet, se ha comenzado a utilizar pero con ciertas reservas, de este modo, dentro de este “caos relativo”, la gente que se ha volcado a utilizar todas las redes sociales para satisfacer sus “necesidades” cotidianas llegaran a un momento de hartazgo colectivo, o inoperancia cerebral; en donde sin darse cuenta regresen a ser parte de la sociedad real y comiencen a vivir con el internet como una herramienta de entretenimiento y no como una parte esencial de sus vidas.

    Las discusión da para mucho más…

    Cristopher Franco

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